15 Jun Jornada de pádel en Palma de Mallorca
El pasado sábado 7 de junio, el club Freedom Wellness Club fue el escenario de una enriquecedora experiencia de deporte que enfrentó a jugadores en silla de ruedas contra jugadores a pie. Los jugadores de la Asociación de Pádel en Silla, pudieron disfrutar de este formato que se convirtió en un ejemplo de integración y convivencia.
Gracias a la iniciativa de Fundación Randstad, con la colaboración de empleados de Banca March de Palma de Mallorca, se desarrolló una jornada de pádel donde el respeto, el compañerismo y la igualdad fueron tan protagonistas como el propio juego.
Como parte fundamental de la actividad, los jugadores en silla de ruedas compartieron con sus compañeros a pie una breve introducción sobre las reglas específicas del Pádel en Silla de Ruedas. Uno de los momentos más interesantes, y divertidos, fue poner en práctica la regla del doble bote, que suele desconcertar a quienes no están familiarizados con esta modalidad, generando situaciones inesperadas que los jugadores a pie se toman con mucho humor.
Más allá de lo lúdico, el evento tuvo un profundo valor educativo y social. Permitió derribar barreras y promover una visión más igualitaria del deporte, poniendo en valor la capacidad, técnica y esfuerzo de los jugadores en silla, cuya destreza sorprendió y motivó a todos los asistentes.
Desde la Asociación de Pádel en Silla queremos expresar nuestro agradecimiento a Fundación Randstad por seguir apostando por este tipo de acciones, que no solo promueven el deporte adaptado, sino que contribuyen activamente a la inclusión social de las personas con movilidad reducida. Estos encuentros, demuestran que la verdadera inclusión se construye compartiendo espacios y experiencias como esta.
Al finalizar la jornada, Mariano Fernández, jugador de la APS, nos dejó sus impresiones: “Para mi la experiencia ha sido extraordinaria. Estaba acostumbrado a jugar en formato inclusivo, donde un jugador en silla forma pareja con un jugador a pie. Fue un poco extraño este formato, con dos jugadores en silla enfrentándose a dos jugadores a pie, pero debo decir que me encantó. La experiencia fue maravillosa. Los rivales nos dejaron jugar y pudimos disfrutar de los enfrentamientos. Me encantó el club, que estaba totalmente adaptado. La puerta de acceso a pistas, de 82cm, es un poco estrecha pero podemos entrar quitando una rueda. Por lo demás, ojalá se repitan este tipo de iniciativas más veces. Un saludo“.










Disculpe, los comentarios están cerrados en este momento.